La noche lúgubre, fría estrellada y tímida al sol, espera un poco déjame mirarte a tu los ojos de estrella que presumes a la luna, tómame en tu alas y deja que me acurruque en tu regazo de sabiduría y tranquilidad, aconseja a este corazón lleno de luz y sombra, ilumina el camino tal como iluminas al poderoso e indomable mar, deja que tu frio estelar apague este fuego en mi interior, déjame sentir tu frio, que se empañen las ventanas de un rocío de llantos de estrella y besos de noche, renueva mi ansias de besar a la luna, protégeme de la constante presencia de la muerte, y enséñame a estar lejos, a ser parte de algo que nunca tendrá final.
Tu sonrisa se expande como una mariposa.-
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